Interesante pregunta, ¿Qué hay para mí?, muchas veces en el transcurso de nuestras vidas profesionales o personales, vamos a sentir que directa o indirectamente nos la realizaran, para poder tener u ofrecer algún beneficio con relación por alguna tarea que debamos realizar o ejecutar.
Así nace lo que el tutor llama, “ética de estomago”, se refiere a que siempre se presentaran ofertas las cuales nos harán titubear entre lo bueno y lo malo, algunas ofertas serán muy atractivas y nos pondrán a pensar mucho si debemos tomarlas o no.
Podríamos decir que una gran parte de esa oferta, está influenciada por la competencia laboral a la cual estaremos expuestos y que desde ahora se puede palpar entre nosotros mismos como compañeros.
Comienza el fenómeno selva, a mi modo de ver y entender, son los nuevos profesionales en el mercado y el medio en el cual entraremos a participar, ¿pero cómo participar?, ¿bien o mal?, ¿con respeto o sin respeto por los demás?, ¿respetando las ideas o ir-respetándolas?.
Como lo mencione hace dos párrafos, desde ya comienzo a ver este fenómeno en nuestro grupo; por esas casualidades de la vida, logré percatarme de cómo un compañero o compañera de grupo, ha tomado como suyas algunas ideas, “por no decir que fue todo el texto”, que simplemente consultó en “san Google”, y las utilizó para poder realizar el primer taller crítico pro-positivo, lo mejor de todo fue que tuvo una nota muy alta por ese taller, esto si me llevo a reflexionar sobre mis aportes, ¿será que si yo lo hago también obtendré una nota alta?, seguro la obtendría, pero voy a mi moral, esa que me enseñaron en el hogar que me guió durante mi niñez y juventud y logro obtener una respuesta, “no lo hagas”, sí, esa es la respuesta que logré encontrar, no me sentí cómodo, realizando el famoso copie y pegue, tomando las ideas de otros como mías, y mucho menos sin reconocerles la autoría.
Allí es donde entra mi ética a trabajar, pude deducir que según sea la oferta y si deseo obtener unos resultados mejores, podría llegar a no ser un “ser ético” y podría comenzar a tomar como mías algunas informaciones ya publicadas; pero me nacen unas preguntas, ¿me servirá esta acción a largo plazo?, ¿será que nadie se da cuenta?, ¿será que mi conocimiento es el adecuado para terminar mis estudios?, como he optado por no hacerlo y seguir dando lo mejor de mí, esperaré y realizaré seguimiento a este compañero o compañera mencionado(a) y ver como se desempeñará en el futuro como profesional.
Como lo mencione hace dos párrafos, desde ya comienzo a ver este fenómeno en nuestro grupo; por esas casualidades de la vida, logré percatarme de cómo un compañero o compañera de grupo, ha tomado como suyas algunas ideas, “por no decir que fue todo el texto”, que simplemente consultó en “san Google”, y las utilizó para poder realizar el primer taller crítico pro-positivo, lo mejor de todo fue que tuvo una nota muy alta por ese taller, esto si me llevo a reflexionar sobre mis aportes, ¿será que si yo lo hago también obtendré una nota alta?, seguro la obtendría, pero voy a mi moral, esa que me enseñaron en el hogar que me guió durante mi niñez y juventud y logro obtener una respuesta, “no lo hagas”, sí, esa es la respuesta que logré encontrar, no me sentí cómodo, realizando el famoso copie y pegue, tomando las ideas de otros como mías, y mucho menos sin reconocerles la autoría.
Allí es donde entra mi ética a trabajar, pude deducir que según sea la oferta y si deseo obtener unos resultados mejores, podría llegar a no ser un “ser ético” y podría comenzar a tomar como mías algunas informaciones ya publicadas; pero me nacen unas preguntas, ¿me servirá esta acción a largo plazo?, ¿será que nadie se da cuenta?, ¿será que mi conocimiento es el adecuado para terminar mis estudios?, como he optado por no hacerlo y seguir dando lo mejor de mí, esperaré y realizaré seguimiento a este compañero o compañera mencionado(a) y ver como se desempeñará en el futuro como profesional.
